Se trata de un arbusto de hoja perenne, a veces casi un arbolito, porque puede llegar a alcanzar hasta los 5,5 metros de altura. Crece con un aspecto un tanto desaliñado y con tendencia a una caída preciosa, que, si lo permitimos al cultivarlo, le puede dar un aspecto “llorón” encantador.
Pero además de su porte, lo que enamora son sus flores azules en racimos terminales o laterales, unas flores que suelen aparecer desde la primavera hasta finales de otoño, si el clima es cálido, y lo hacen profusamente durante el verano.
Las flores individuales son tubulares. Tienen cinco pétalos cuyo color varía del azul claro (de la especie original) a violeta o púrpura.
Esas flores azules no solo regalan fragancia a chocolate y vainilla, sino que su néctar atrae a las mariposas que acuden a ellas para darse verdaderos festines, por lo que también es una excelente opción para incluir en jardines para mariposas.
JON CARLSON (propietario verificado) –
Fantastico!
Wynanda (propietario verificado) –
Rita Arauz (propietario verificado) –